🌱 Pothos (Epipremnum aureum)
Toxicidad (para humanos y animales):
Todos sus tejidos contienen cristales de oxalato de calcio insolubles. Si se ingieren, producen irritación oral, inflamación de labios y lengua, babeo excesivo, vómitos y diarrea en mascotas (perros, gatos) y en personas.
Luz ideal:
Luz indirecta brillante. Tolera media sombra e incluso luz baja, aunque en estas condiciones crece más despacio y sus hojas pueden clarearse. Evitar el sol directo, que quema las hojas.
Riego:
Moderado. Esperar a que los primeros 2–3 cm de sustrato estén secos antes de regar de nuevo. En verano, riego cada 7–10 días; en invierno, cada 2–3 semanas (ajustar según la temperatura y la humedad del ambiente).
Humedad ambiental:
Prefiere ambientes con humedad media (40 %–60 %). Se adapta bien a la del hogar, pero agradecerá pulverizaciones puntuales o colocarse sobre una bandeja con guijarros y algo de agua.
Nivel de dificultad:
Muy fácil. Una de las plantas de interior más resistentes y tolerantes a descuidos.
Tips de cuidado:
Poda regular: Recortá tallos largos o amarillos para fomentar ramificación y mantener forma compacta.
Limpieza de hojas: Pasá un paño húmedo para quitar polvo y mejorar la fotosíntesis.
Propagación sencilla: Cortá esquejes con al menos un nudo, colocálos en agua hasta que enraicen y luego trasplantá a tierra.
Sustrato drenante: Mezclá sustrato universal con perlita o arena gruesa para evitar encharcamientos.
Vigilá el riego: Hojas amarillas indican exceso de agua; hojas con puntas marrones pueden señalar falta de humedad o riego irregular.
Apoyo o colgador: Dejala colgar en macetas colgantes o guiála sobre un tutor para que luzca más llena.