Toxicidad (para humanos y animales):
Tóxica. Su savia puede causar irritación en la piel y, si se ingiere, vómitos, diarrea o molestias estomacales en personas y animales (especialmente gatos y perros).
Luz ideal:
Luz indirecta muy brillante. Necesita mucha luz para mantener sus colores vivos. Puede tolerar algo de sol suave, pero no el sol fuerte del mediodía, que quema las hojas.
Riego:
Moderado. Regar cuando el sustrato se sienta seco en los primeros centímetros. No dejar secar por completo ni mantener el sustrato encharcado.
Humedad ambiental:
Alta. Prefiere ambientes húmedos. En climas secos o en invierno con calefacción, agradecerá pulverizaciones frecuentes o estar cerca de otras plantas.
Nivel de dificultad:
Media. Requiere constancia en luz, riego y humedad. Puede reaccionar perdiendo hojas si sufre cambios bruscos.
Tips de cuidado:
No lo muevas seguido, ya que es sensible a cambios de lugar o temperatura.
Limpiale las hojas con un paño húmedo para que respire mejor y luzca más.
Evitá corrientes de aire frío o exposición directa a calefacción.
Si pierde hojas o color, probablemente necesita más luz o una rutina de riego más estable.
En primavera/verano, aboná cada 3 semanas con fertilizante equilibrado para mantener sus colores intensos.